En una charla distendida, los dos amigos que conviven juntos en un departamento alquilado por el club, rememoraron viejos enfrentamientos en la liga departamental de Entre Ríos, donde eran rivales. En aquellas épocas ambos jugaban de 5, aunque "Cipri" rápido, como en la cancha, dejó en offside a Mauro ubicándolo en la vereda de los rústicos: "El que más la ligaba era yo, que soy el habilidoso" chicaneó el hombre de San Salvador.
Treppo hace 6 años que llegó el club de la mano de Atilio Valdez y hoy alterna partidos en reserva y 4ta división.
Por el otro lado Chaulet, hace 2 años que está en Banfield, es de Villa Elisa. Lo trajeron Wensell y Luongo. Dueño del mediocampo de la 4ta división y con 2 partidos en Reserva.
Ya poniéndose un poco más serios los chicos sueñan con una pretemporada con la primera a mitad de año. Aunque la ven complicada porque el "nivel de los chicos es cada día más alto, más competitivo, nos gusta que el DT de primera trabaje con las inferiores y que mire el o sus ayudantes nuestros partidos".
Los juveniles también se hicieron lugar para opinar sobre un controvertido tema que salió a la luz esta semana, el festejo de Civarelli con uno de sus dirigidos en Boca. Ambos concordaron en que "el técnico debió haber pensado mejor antes de tomar esa determinación y que siempre es bueno mantener una cierta distancia con el entrenador, porque eso marca los límites y el jugador sabe hasta donde puede llegar o no".
Para terminar el programa, en La voz del semillero, tenemos la costumbre de darle la palabra a los chicos para que le prometan o le digan algo a los hinchas que los están escuchando. Mauro Chaulet prometió "dejar todo por los colores, me encariñe mucho con este club desde que llegué", Cipriano juró "luchar todo lo posible para darle una alegría a la gente que lo merece".
La voz del semillero Banfileño.
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